Se localizan en el interior del recto. En general, no puedes ver ni sentir las hemorroides de este tipo; y en raras ocasiones generan molestias. Sin embargo, el esfuerzo; o la irritación que se producen al evacuar los intestinos pueden dañar la superficie de una hemorroide y hacer que esta sangre.
Ocasionalmente, el esfuerzo puede hacer que una hemorroide interna salga a través de la abertura anal.
Este tipo de hemorroide se conoce como «hemorroide sobresaliente» o «hemorroide prolapsada» y puede causar dolor e irritación.